THY ART IS MURDER carga furiosamente una vez más hacia la brecha, arañando y escupiendo contra la luz moribunda y un colapso aparentemente inevitable de la existencia. »Dear Desolation«, el cuarto y más poderoso álbum de la banda de metal australiana, es un golpe devastador tanto en contra como en aceptación de un nihilismo cataclísmico y una guerra misantrópica total.

Combinando elementos clásicos y auténticos del death metal que invocan al espíritu aplastante y monstruoso de los primeros MORBID ANGEL, CANNIBAL CORPSE, y DECAPITATED con el asalto rítmico preciso de MESHUGGAH y el rebote influido por breakdowns de THE BLACK DAHLIA MURDER, THY ART IS MURDER ha redefinido un subgénero que una vez fue apartado y menospreciado, orgullosamente reenergizando y representando lo mejor en extremidad.

La música de la banda sigue siendo intransigente, construyendo sobre el impulso salvaje del polémico »Holy War« (2015), el castigador »Hate« (2012) y su gigantesco debut, »The Adversary« (2010).

»Dear Desolation« continúa la trayectoria evolutiva de la banda, permaneciendo consistentemente inventiva y diversa sin sacrificar la identidad establecida de la banda. El espíritu aventurero de la colaboración sin precedentes de la banda con THE ACACIA STRAIN y FIT FOR AN AUTOPSY, lanzado como »The Depression Sessions«, continúa sin disminuir, expandiendo e informando la ya confiada creatividad de la banda.

Una nueva generación de acólitos del death metal y thrashers mayores por igual proclaman con entusiasmo la agresión implacable de la banda, cimentando una reputación con una base de fans internacionales cada vez más ferviente. Videos como 'Holy War', 'The Purest Strain Of Hate', 'Shadow Of Eternal Sin', 'They Will Know Another', 'Light Bearer' y 'No Absolution' han resultado en más de 30 millones de visualizaciones en YouTube; 'Reign Of Darkness' solo cuenta por casi un tercio de esas visualizaciones en línea.

THY ART IS MURDER ha afilado sus armas sónicas en la carretera, con giras tempranas en apoyo de gigantes del género como FEAR FACTORY y CATTLE DECAPITATION, seguidas de apariciones muy aclamadas en Soundwave y por todo Norteamérica en el Rockstar Mayhem Tour con SLAYER. Han ganado elogios de medios como Metal Hammer y de bandas colegas, mientras ofrecen actuaciones destacadas en festivales como Download.

»Holy War«, el tercer álbum de la banda, entró en la lista oficial de la Australian Recording Industry Association (ARIA) en el #7, la posición de debut más alta para un acto de metal extremo nacido y criado en el país.

Cuando los guitarristas Sean Delander y Andy Marsh se reunieron para comenzar a trabajar en lo que se convertiría en el cuarto álbum de la banda, mantuvieron el material anclado en el death metal rítmico que se ha convertido en su firma, pero con énfasis en canciones que son a la vez más grandes y más directas. »Dear Desolation« es delgado y despojado.

Refugiados en Nueva Jersey durante varias semanas, el dúo acumuló alrededor de 25 canciones entre ellos, recortando el exceso con la ayuda del productor de larga data Will Putney (EVERY TIME I DIE, THE AMITY AFFLICTION, FOR TODAY) hasta que solo quedaron las 12 composiciones más fuertes. El baterista Lee Stanton y el bajista Kevin Butler realizaron sus contribuciones, con el vocalista de gran potencia CJ McMahon realizando actuaciones impresionantes, con las letras de Marsh, en menos de dos semanas.

Temáticamente, el álbum se expande más allá de la polémica vehemente y la invectiva contraria en historias más amplias, la ansiedad contemplativa sobre la muerte y las meditaciones sobre la mortalidad y la moralidad. Es un álbum sobre cultura, ambiente, comunidad; los lazos que unen, el pánico que se desenrolla y el grito primal constante y urgente.

Si este es realmente el soundtrack al fin de la humanidad, es música que debería unir y empoderar a los fans del metal extremo en todos los rincones del género. THY ART IS MURDER hábilmente enciende a una multitud de 150 o 150,000.

»Dear Desolation« está diseñado a medida para el escenario del festival, orgánicamente optimizado para traducirse a un público amplio tan hábilmente como el sonido central en el núcleo de THY ART IS MURDER ha resonado en clubes sudorosos y teatros desde la formación de la banda en 2006. Este es metal extremo para la gente, portadores de la antorcha de un estilo primal que no muere.