Casi todo lo que has leído antes sobre THRESHOLD los habrá clasificado como un grupo de Metal Progresivo. Incontables críticos internacionales e incluso sus propias biografías de prensa han usado el término sin temor genuino a la contradicción.

Diez álbumes en una carrera que comenzó en los suburbios arbolados de Londres en 1989, es hora de que esta situación sea reevaluada. Claro, el Heavy Metal y el Rock Progresivo son los pilares del sonido del grupo, pero como lo demuestra la calidad consumada de sus últimos varios álbumes, THRESHOLD es una banda de Hard Rock clásico, construida sobre una alta calidad musical, enormes cantidades de luces y sombras musicales y, sobre todo, canciones memorables y tarareables.

Pocas bandas son capaces de llenar el escenario de una reunión de cuero y tachuelas como Bloodstock, como lo hizo Threshold en 2004, o inversamente el día completo de Hard Rock del Firefest, en el que tocaron tres años después. Su música es elocuente y profundamente melódica sin depender de los habituales niveles gratuitos de potencia y repeticiones intrincadas.

“La clave de THRESHOLD son las canciones,” cree el tecladista de larga trayectoria Richard West. “Por supuesto, tenemos todos esos ingredientes adicionales, pero sin la canción no tienes nada.”

“No tengo objeción a la etiqueta,” elabora Damian Wilson, uno de los mejores cantantes de la escena actual de Hard Rock, “solo me molesta cuando hace que las personas, que de otra manera podrían disfrutarnos, se cierren. A nadie le gusta ser etiquetado.”

»For The Journey« es el tercer lanzamiento de estudio del sexteto para Nuclear Blast Records, siguiendo en la estela de »Dead Reckoning« (2007) y »March Of Progress« (2012). El último álbum vio el regreso de Wilson, el vocalista de su banda de 1992-1993 y 1996-1998, después de la partida (y posterior trágico fallecimiento) de Andrew ‘Mac’ McDermott. A lo largo de esta trilogía de discos, un hilo de consistencia y confianza ha permitido que THRESHOLD sobresalga mientras recorren su camino elegido.

“Desde que la banda se unió a Nuclear Blast hemos tratado de hacer el álbum definitivo de THRESHOLD,” asiente Richard West. “Me encanta lo que hemos hecho con »For The Journey«, pero no puedo esperar al próximo. Estoy tan feliz de que solo haya habido dos años entre álbumes en lugar de cinco.”

La relación con Nuclear Blast ha armado sin duda a THRESHOLD con una mentalidad más profesional y competitiva que nunca. En 2007, West admitió: “Nuestra actitud era dormir. Hasta que llegó Nuclear Blast; haríamos un álbum y si estaba lloviendo afuera, entonces simplemente desapareceríamos durante otros dos años.”

West se ríe cuando se le recuerda lo anterior. Claramente, THRESHOLD ya no es esa banda.

“Cuando eres más joven, es muy fácil permitir que las relaciones o las disputas menores se interpongan en el camino,” teoriza. “Como miembros de la banda, personas y amigos, todos han crecido y sabemos cómo trabajar mejor juntos.”

“Hubo algunas peleas internas en los primeros días de THRESHOLD,” afirma Wilson. “Ahora nos hemos conocido y nos hemos convertido en muy buenos amigos, lo que hace que la música sea mucho más fácil.”

Una producción 'interna' de West y el guitarrista Karl Groom – este último ha trabajado con DRAGENFORCE, TRIGGER THE BLOODSHED, PENDRAGON y YES– ofrece un sonido cálido, nítido y colorido, con un golpe poderoso que coincide con los enormes avances creativos de la música. Reprodúcelo con auriculares: te sorprenderán los pequeños detalles adicionales.

West considera »For The Journey« “un disco más personal que nunca”. Sus temas clave siguen siendo una colorida mezcla de ciencia, política, medio ambiente, religión y vida cotidiana, pero el tecladista dice: “Somos mayores y más tranquilos y menos propensos a quejarnos de injusticias. En lugar de señalar con el dedo al mundo, nos estamos haciendo preguntas a nosotros mismos. En este álbum encontrarás canciones sobre honestidad, perseverancia y perdón. De ahí viene el título; son canciones para el viaje de la vida.”

THRESHOLD ha utilizado pistas más largas de lo habitual como piezas centrales de todos sus discos de la era de Nuclear Blast. La épica de casi 12 minutos ‘The Box’ continúa la tendencia.

“Tratamos de dejar que los oyentes interpreten nuestras canciones a su manera porque la imaginación de todos es diferente,” explica Richard. “Sin embargo, con ‘The Box’ es bastante simple: es la analogía del mundo moderno encontrándose con su contraparte más antigua y siendo absorbido.”

A pesar de haber acumulado un catálogo de diez álbumes, THRESHOLD nunca ha sonado más fresco, brillante o esencial. Mientras que las ventas de música popular siguen disminuyendo, »March Of Progress« fue el disco más popular de la banda con diferencia. Las estadísticas hablan por sí solas: Alemania (#28), Suiza (#30), Suecia (#43), Austria (#55), Países Bajos (#70) y Francia (#102).

“Parece que la gente está comprando mucha menos música pop de la que solía, pero nuestros CDs se venden cada vez más,” observa West. “Ver el nuevo álbum de MASTODON [»Once More ’Round The Sun«] en el Top Ten del Reino Unido es algo que nunca habría sucedido años atrás. Ciertamente parece que el clima está cambiando.”

Los diversos miembros de la banda están involucrados en una variedad de proyectos externos de alto perfil, pero con respecto a tales esfuerzos, volver a THRESHOLD es lo que realmente se siente como en casa. “Por mucho que a todos les encante estar lejos, sigue siendo la mayor emoción,” resume Wilson.

»For The Journey« es el último disco notable de una banda notable. Háganse un favor: Dejen el término ‘Prog-Metal’ en la puerta.